miércoles, 30 de noviembre de 2011

Una vez más el Agua

No solo los acontecimientos que se originan producto de la embravecida madre naturaleza son la causa absoluta de los desastres que vienen  sucediéndose en diversos sitios de la geografía nacional. Si bien, los ecosistemas alterados  por la obra y mano del ser humano, en su desmedida ambición industrial y tecnológica, amén de nuestra propia responsabilidad ciudadana, que no desarrollamos una  correlativa cultura de preservación y  defensa del medio ambiente que habitamos, tampoco es menos cierto que gran porcentaje de la  responsabilidad preventiva para el caso de enfrentar las consecuencias de los enfurecidos embates climatológicos, es de los gobiernos de turno, de cualquier color e ideología política.

Hace  aproximadamente menos de un año, el  7 de diciembre de 2010, La ciudad de Panamá, quedó expuesta  y vivió un largo periodo de desabastecimiento del preciado líquido. Las explicaciones sobraron y al final la causa del enturbiamiento del agua se le atribuyó a deslizamientos en el lago que sirve de noria madre a la Planta Potabilizadora de Chilibre, la misma que hoy está afectada nuevamente. En esa ocasión también  se le espetó que  parte de la responsabilidad del problema era  de  una empresa privada de origen extranjero que atendía un contrato de mejoramiento de esta planta de tratamiento de las aguas para potabilizarlas al consumo humano.
La máxima dirección del gobierno nacional, encabezado por Ricardo Martinelli, pidió cabezas a rodar y en efecto, cayó la del hermano de Sergio González Ruíz, flamante directivo del MOLIRENA, partido aliado del poder que renunció al cargo ejecutivo.

No cabe suponer más a quien le correspondió en la repartición política electoral esta  vital institución de servicio público. En consecuencia ese es su problema.
Hoy el mandatario dice que hay que reformar cómo funciona el IDAAN, que debe ser una institución alejada de la politiquería, que se debe aumentar salarialmente a sus funcionarios, conseguir más recursos humanos especializados, financiamiento y que tenga autonomía. Desde hace tiempo se viene clamando por esto. No es nuevo. Otra vez solicitó que rodarán más cabezas, tanto del Director Abdiel Cano recién estrenado y de la Junta Directiva que a la vez se niega a caer. El se ha empeñado en que la ACP asuma el comando.
En la parte buena de la idea, en  eso estamos de acuerdo, pero no solo en el IDAAN sino en otras dependencias de las cuales hoy más que nunca el clientelismo pastorea a incautos y humildes ciudadanos para alimentar el caudal partidista del oficialismo. Es decir, que  en el IDAAN si hay que hacer reformas por la politiquería. ¿ Y qué de otras con sonados casos no solo de incapacidad administrativa, sino de corrupción descarada, pese a que antes y durante la campaña del 2009, vapuleaban sin asco al PRD?
No trato de irme al fondo del tema político, habrá otros momentos, pero no soslayo afirmaciones y señalamientos enconados por el solo hecho de hacerse de un pretexto insípido para demostrar que lo que pasa en el IDAAN es que lo anteriormente hecho estuvo mal.

Lo concreto es que si bien no podemos exonerarnos de algún nivel de situaciones no abordadas con más previsión en alguna de las administraciones anteriores del PRD,” lo cierto que una crisis como la del año pasado y la actual nunca se dio y eso explica que si existió profesionalismo y capacidad de respuesta pronta”; pero eso no exime al “Gobierno del Cambio”, de no haber asumido con seriedad el problema del agua no solo en la ciudad capital sino en las distintas ciudades de las provincias del interior que han requerido una política de estado en esta materia.
Se evidencia entonces, que no se le ha metido ni empeño ni plata por millones a este servicio, más,  si se ha hecho lo contrario con otros proyectos que no son una prioridad nacional como es el caso de la Torre Financiera por ejemplo.

Ciudades como Penonomé, Los Santos, Chitré, Santiago y en menor escala otras poblaciones con menor población tienen problemas de desabastecimiento, necesidad de alcantarillados o saneamientos de extensas zonas colindantes de centros urbanos y semi urbanos.
Y no basta un paliativo, respecto a adecuar las tomas de agua cruda, el procesamiento y la distribución sino se entra a discutir y abordar con profundidad y premura la planificación estratégica del servicio de agua, la estructuración de los servicios públicos en las ciudades, la contemplación de medidas preventivas para los casos de desastres y el diseño de políticas no solo nacionales sino municipales en torno al crecimiento poblacional.
Este año, participé en el Foro Mundial Habitat de Naciones Unidas en Aguascalientes, México, en representación de Panamá, como parlamentario que integro la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo. Apunto, que he participado en varios de estos foros que tratan temas que se avistan a futuro son y serán un problema si los gobiernos no ponemos atención, como la producción o seguridad alimentaria, la presencia y extensión de nuevas enfermedades y fenómenos  en la agricultura.

Conocimos  los serios problemas que se sienten en las urbes como consecuencia de  asuntos mal manejados como el del abastecimiento del agua potable, el tratamiento de los desechos sólidos (aún sin resolver en Panamá), la ampliación descontrolada de las áreas y ejidos, el amasijo de personas en los “guetos”, barriadas brujas, favelas que intrincan una red humana sin los elementales servicios públicos, los permisos inconsultos de construcciones y mega edificios.
Es de pensar, que aún podemos contener esa bomba demográfica y ambiental que nos amenaza el planeta y Panamá no está exenta de ese cataclismo universal sino tomamos las providencias ahora.
Como consecuencia de nuestra asistencia a México, como explique antes,  la Organización Mundial, escogió a Panamá como sede del Congreso Internacional Hábitat en el 2012.
Al consultársenos si habría interés de asumir este reto, no dudé en presentar la propuesta al Presidente de la Asamblea Nacional, Honorable Héctor Aparicio y después de sustentarle la importancia para Panamá, con un sólido respaldo logramos la decisión final de ese foro en Panamá, en el cual jugaremos un rol de primera línea.

Pero reitero, es en el marco de la preocupación por que la problemática del agua, la salud, el ambiente, los desastres sean observados con prioridad por el gobierno nacional.
Nuestro pueblo, generoso, bondadoso y de buena fe, cree en las promesas de un futuro bueno, asegurado y tranquilo de  embates  o zozobras  hostiles a su grato vivir.
Quiere un gobierno comprometido con su salud y no podemos defraudarlos. Una vez más, sin luz podemos estar, pero sin agua no podríamos vivir.

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