martes, 27 de septiembre de 2011

UNA DESICIÓN CORRECTA


La reciente colocación de la primera piedra para la construcción del Aeropuerto Internacional de Río Hato, el viernes 15 de agosto de 2011 , por parte del Gobierno Nacional, presidido por el Presidente Ricardo Martinelli, no deja margen para menos que resaltar con beneplácito, la decisión del mandatario y su equipo de gobierno al ubicar la mega obra aeroportuaria en este distrito de la provincia de Coclé, sellando definitivamente la innecesaria polémica, que surgió desde el año pasado, en Los Santos, en el transcurso de un Consejo de Gabinete ampliado cuando sorpresivamente, el Presidente Martinelli emitió públicamente su preferencia sobre una futura terminal aérea  internacional de provincias centrales en Aguadulce, otro municipio hermano, interesado legítimamente en lograr en corto tiempo un desarrollo impactante. Debido a ello se generaron alentadoras esperanzas de los aguadulceños por este  proyecto, dado como un hecho, partiendo la clarinada del mandatario Ricardo Martinelli. El entusiasmo no se hizo esperar y las figuras más relevantes políticas de Aguadulce, vinculadas al gobierno actual, hicieron sentir que estaban a la sombra del verdadero poder decisorio y lograron que la causa fuese común con las provincias de Herrera, Los Santos y Veraguas. Sin embargo, en poco tiempo, el Ministro de Economía y Finanzas Alberto Vallarino, en compañía de otros dos personajes del gobierno como José Federico Suárez, Ministro de Obras Públicas, de Rafael Bárcenas director de la Autoridad de Aeronáutica Civil, y del empresario coclesano “Beby” Araúz, anunciaban desde el sector de Lajas en los Llanos de Penonomé, que la mejor ubicación del aeropuerto, en las mejores tierras, estatales, era en este sitio. Como, se dice: “Ardió Troya”. Una inmediata reacción se sintió en Aguadulce, al registrarse una gran movilización cívica exigiendo el cumplimiento de la palabra de Martinelli y repudiando por diversos medios la manifestación del ministro Vallarino. En Penonomé, por su lado, también se conformó un Comité pro Aeropuerto, que se articuló con fuertes y presuntas conexiones oficiales o de imbatibles recursos técnicos con ayuda de las redes sociales. También, varias marchas a favor del proyecto en los terrenos del sur penonomeño. Mientras en Antón, con cierta tibieza, los munícipes y miembros de la comunidad en Río Hato, específicamente, lanzaron sus alertas pidiendo en Río Hato la obra como el mejor lugar. Para ello, se sustentaron en la experiencia de Zósimo Guardia, antonero, ex piloto de aviación y a la sazón ex director de Aeronáutica Civil. Pero, el haberse manejado con algún ingrediente apasionado y regionalista la situación en tapete, introdujo una inconveniente confrontación entre pobladores de la misma provincia que sumó a sectores de la península de Azuero y Veraguas que en su momento, también por razones válidas, reclamaron al Presidente Martinelli también la instalación de magno aeropuerto internacional en sus regiones.
Ahora, esos meses de desasosiego colectivo, esos antecedentes incómodos quedaron atrás, dado el resultado del estudio técnico de la Autoridad de Aeronáutica Civil que conllevó diversos elementos positivos para Río Hato y evidentemente a nuestro juicio, los de más peso probablemente fueron por una parte el económico, toda vez que los millones de dólares que se ahorran no son pocos y por el otro lado el tremendo desarrollo turístico de alto nivel que prolifera en las costas esquipulistas, más el potencial creciente a lo largo del litoral, que sin duda toca a nuestro distrito, quizás afincaron la decisión que hoy se hace realidad, en la colocación de la primera piedra.
En consecuencia, miramos hacia el futuro. Pero debemos advertir al Gobierno Nacional la enorme responsabilidad que tienen en hombros para que se convierta en una realidad tangible, esta obra. Que no se contamine, el proceso de transparencia con que debe evolucionar el proyecto en mención.
Una inversión de 53 millones destinados como contrato a la empresa costarricense Meco. S.A., representarán, si es que se trabaja con transparencia y en interés del desarrollo nacional, una nueva fuente generadora de ingreso al país, un verdadero filón económico basado en el turismo internacional como nacional, que debe beneficiar no solo al sector empresarial emprendedor, sino a miles de coclesanos y  residentes de las provincias centrales que de manera directa e indirecta deben  sentir el beneficio de este proyecto.
No somos egoístas al desear un feliz término. Los gobiernos premiados con el voto popular, lo menos que pueden hacer es cumplirle al pueblo que los mandata a hacer uso correcto de los bienes públicos que están destinados para resolver las necesidades y aspiraciones de la mayoría principalmente.
 Ser oposición conlleva, no solo ser fiscalizadores equilibrados para garantizar el buen funcionamiento del estado, sino reconocer lo que en buena lid un gobierno diferente en ideas acierta hacer con responsabilidad social.
Aplaudimos, este impulso en nuestra provincia, que debemos aprovechar para que la calidad de vida de los coclesanos, santeños, veragüenses, herreranos y de nuestro vecinos de San Carlos hasta Chame y todo el sector oeste viva un cambio en sus condiciones.
Sin descartar desde luego, que otros connacionales de provincias más lejanas vengan a trabajar con el derecho que les asiste constitucionalmente en cualquier pedazo del territorio nacional. Todos son bienvenidos.
La rehabilitación de la antigua pista y la construcción del túnel de la carretera Panamericana así como el levantamiento de la terminal con el componente colateral de instalaciones para el servicio de visitantes y usuarios debe generar muchos empleos lo que a la vez implica un esfuerzo de los coclesanos, sean estos residentes en Río Hato, Farallón, comunidades vecinas, en Penonomé, La Pintada, Aguadulce o Natá para acudir a una preparación que el gobierno tendrá que implementar, ojalá que sin exclusión por razones de la política partidista, con todos aquellos que hemos sido electos por comunidades que entienden que Panamá es de todos y para todos.
Seguiremos proponiendo en la Asamblea anteproyectos de Leyes que sirvan para avanzar en todos los ámbitos. Apoyamos aquellas leyes, que independientemente que sean propuestas desde las filas del oficialismo, implican buenos propósitos sociales, económicos, de salud, educativos o culturales.
Lo que no compartiremos jamás, es cualquier atentado contra la estabilidad democrática, el respeto a la convivencia pacífica o el capricho de imponer a cualquier precio legislativo ideas o con subterfugios para disponer del poder político desmedidamente.


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