—H.D. RENAÚL DOMÍNGUEZ
El día de hoy, para nosotros,
escuchando las palabras del honorable diputado Rubén De León, un desacierto más en una toma de decisión,
quizá, tan necesaria, porque no queremos decir que no es necesaria la adecuación,
embellecer la ciudad, mejorar la parte estética, evitar accidentes, tantos
beneficios que pueden ser, y que sabemos
que este Proyecto de Ley 423 requiere, realmente, para hacer este tipo de
inversiones en estas áreas urbanas. Sin embargo, en lo que no vamos a estar de
acuerdo, y nosotros no vamos a dar nuestro voto a favor, es que se establezca una tasa para
cubrir estos costos de soterramiento de este cableado de infraestructura de los servicios de
telecomunicaciones y televisión pagada, porque el pueblo panameño no está ya en
la capacidad de soportar un aumento más de los ingresos de cada uno de los
panameños, de los que tienen ese
privilegio de poder tener un ingreso,
porque también tenemos muchos moradores en nuestra área que, con mucho esfuerzo...
Me decía un amigo hace unos días, profesional, y me decía: “Diputado Renaúl,
tengo tres años que solamente me estoy preocupando por llevar el sustento
alimenticio a mi hogar, pero no he podido cambiar el “jeans”, por lo menos,
para tener una mejor presencia física, como profesional que soy”.
Y así nos encontramos a mucha
gente nuestra, no en las áreas urbanas solamente, también en las áreas
campesinas. ¿Para qué hablar del Circuito nuestro?, específicamente el Hospital
Aquilino Tejeira, que venimos denunciando, desde hace varios meses, que hay
carencia de tantas necesidades, no solamente de profesionales, sino de
materiales e insumos para poder dar una atención adecuada. Sin embargo, este no
es el tema, yo sé que este no es el tema. No obstante, pienso que el Gobierno
debería buscar, como decía el diputado Rubén De León, que esos 6.5 millones de
dólares que le corresponderían a la contraparte panameña, el Estado, buscara la
manera, y acá los diputados del oficialismo, que sabemos muy bien cómo se están
invirtiendo muchos millones, buscando la manera de cambiar, de hacer un cambio,
aumentando los electores en el Partido del Gobierno, creo que esos 6.5
milloncitos son muy pocos en el presupuesto agigantado que tiene el actual
Gobierno en estos momentos, producto de grandes inversiones que han venido
haciendo gobiernos anteriores, mejorando la economía que hoy día se disfruta,
pero que mal se está invirtiendo.
Realmente, para nosotros, que
hemos llevado y hemos tratado de presentar en la Comisión de Ambiente,
proyectos que estimulan al campesino nuestro, a proteger la naturaleza por
medio de pago de servicios ambientales, se nos ha hecho difícil presentar estos
proyectos, porque la sustentación económica que se nos pide nos es muy difícil
encontrarla. Para un proyecto de ley que está conservando la naturaleza, que
está protegiendo el medio ambiente, que protege nuestro país, que protege
nuestro planeta, se nos hace difícil encontrar la manera de cómo sustentar la
parte económica para que este proyecto tenga una viabilidad y pueda ser
presentado ante la Comisión y elevado a primer, segundo y tercer debate.
No obstante, nosotros, hoy día,
nos encontramos en la Asamblea Nacional
tratando de impulsar un proyecto de ley donde, nuevamente, le metemos la
mano en el bolsillo del pueblo panameño, de una manera tan fácil. O sea,
queremos seguir dando respuestas a nuestro pueblo, pero metiéndole la mano en
el bolsillo al pueblo. Creo que ese no era el “cambio” que se le ofreció al
pueblo panameño. Al pueblo panameño se le ofreció un cambio, pero de un mejor
nivel de vida, de una mejor calidad de vida, pero no de más nerviosismo, de más
preocupación, de mayor tensión, de mayor intranquilidad, de que hoy un día
despierta con un proyecto de ley y mañana tenemos otro, pero que el objetivo es
el mismo: llevar sometido al pueblo panameño hasta lo más mínimo, y que ni la
clase profesional, que ha hecho un esfuerzo en prepararse y educarse, tiene una
tranquilidad de que pueda, por lo menos, suplir sus necesidades básicas y tener
una calidad de vida, casa, salud y educación.
Nosotros, en Penonomé, como
diputado de Oposición, como diputado del Partido Revolucionario Democrático,
nos encontramos con una serie de inconvenientes, porque no tenemos en nuestro
Circuito, en estos momentos, diputado de Gobierno que pudiera solventar una serie de irregularidades que
encontramos en nuestras áreas, no solamente en el Hospital Aquilino Tejeira,
también lo encontramos en nuestras áreas campesinas, en los centros de salud. Y
sé que ustedes, su responsabilidad está directamente ligada con este Proyecto
de Ley, pero, realmente, a nosotros como diputados se nos pregunta, se nos
exige, a veces, en muchas circunstancias, respuestas de las cuales, a veces, no
sabemos ni qué respuesta darle a nuestras comunidades, porque como no manejamos
las decisiones a nivel del Gobierno, pero aquí los diputados del oficialismo,
que son la mayoría, pero que le hacen difícil el gobierno a su presidente,
porque si vemos bien, no ocupan sus curules.
Y encontramos momentos difíciles,
como ayer, donde el señor presidente, incluso, tildó a los diputados de que
somos culpables de la imagen que vendemos hacia fuera, porque formamos el
“show”. Pero los diputados de Oposición tenemos la responsabilidad de exigir
respeto a este Recinto legislativo y que el oficialismo ponga a sus diputados
en sus curules y se evitarían muchos inconvenientes y muchos problemas, porque
nosotros, los escasos diecisiete, más los otros diputados del Arnulfismo, no
hacemos el mínimo para poder llegar a una mayoría absoluta para garantizar que
cada uno de los proyectos pasen, y ustedes no logran ni la minoría.
Realmente, señor presidente,
dentro de ese análisis, y meditando, quisiera preguntar no a los invitados y
representantes del Ejecutivo que se encuentran aquí, la pregunta la quiero
hacer para que quede en la mente, en la conciencia del pueblo panameño. Miren,
cuando se aprobó el subsidio para el tema de los metro buses, que yo preguntaba
por allí a algunos de los conocedores del tema, que en los tiempos en que el
servicio lo brindaban los “diablos rojos” se hablaba de un millón de pasajes
diarios, y que hoy día el Gobierno está subsidiando el 20%, o sea, le está garantizando
a la empresa Mi Bus un nivel de rentabilidad y, al día de hoy, el pueblo
panameño se encuentra que no está satisfecho con el servicio que se le está dando, que el compromiso que se le dio en campaña
política que no se iban a levantar a las tres, cuatro de la mañana, hoy día lo vemos
en los medios de comunicación, que todavía el pueblo panameño lo sigue
haciendo.
Pero, ¿cuántos millones
representarán esos veinte centésimos del subsidio?, si en el tiempo de los “diablos
rojos” se movían un millón de viajes, no sé cuántos millones hoy día se
transportan en el Metro Bus. Estamos alrededor de doscientos cincuenta mil
dólares, diarios, un cuarto de millón de dólares diarios, saque la cuenta
cuántos millones está cubriendo el Estado panameño en subsidio de un
transporte, que si bien es cierto lo requiere el pueblo panameño, con calidad,
a tiempo para poder llegar a sus hogares a descansar y a sus trabajos a prestar
sus servicios. No sé qué es más importante que esto Y también hablábamos del
tema del agua, y ahora escuchamos algunos planteamientos del Gobierno, que
están buscando otras alternativas para resolver el problema del agua en este
país, que no debiera ser un problema, teniendo semejante cantidad de millones
de dólares que pudieran ser reforzados en una institución tan importante, donde
el vital líquido es tan necesario para la salud, el aseo, la producción de
comida y alimento en cada uno de nuestros hogares. Y si por ahí nos vamos,
señor presidente, comenzamos a hilar delgado y comenzamos a evaluar cada una de
las decisiones que se están tomando, pero que no encontramos realmente que ustedes,
que lideran este Gobierno, estén dándole, como diputados, en este Recinto
legislativo tan importante, donde somos nosotros, precisamente, los diputados
que representamos a nuestras comunidades, a nuestro pueblo, que no debemos ser
sometidos a decisiones del Ejecutivo, porque
respondemos a quienes aportaron ese voto, ese grado de confianza para
defenderlos y que íbamos a tratar de llevar los mejores beneficios para cada
una de nuestras comunidades, estemos, prácticamente, aceptando que, una vez
más, lleguemos, llevemos una propuesta
como esta, que le mete la mano al bolsillo del pueblo panameño.
Yo converso mucho con la gente de
mi Circuito y me hablaba un humilde campesino y me decía: “Diputado, cómo añoro
esos millones que se hablan en la radio y en la televisión, pero que son tan inalcanzables
para nosotros, cuando pequeños proyectitos que no alcanzan, no llegan a los millones,
se habla de miles, no se les da respuesta”. Y en eso doy fe de dos problemas fundamentales,
uno es la salud, pero el otro es el tema de los caminos y las carreteras en
nuestras áreas. Y, precisamente, denuncié en el periodo de incidencias, cuando
un carro de transporte de Las Marías, prácticamente tuvo un accidente donde
pudo peligrar la vida de moradores, incluso, de niños y educadores.
¿Por qué? Porque la inversión que
se ha hecho en el mantenimiento de la carreteras de Las Marías, solamente es un
paliativo -que lo hubiera aceptado si
fuera en un preámbulo de elecciones- para
figurar ante los electores de que se está haciendo un trabajo, que es lo
que va a venir en el 2013 y 2014. Pero,
este año, el Gobierno tenía la responsabilidad, después de dos años de no hacer
nada en nuestro circuito, de darle un mantenimiento y reparación a esta carretera,
porque se ha invertido tanto, no sé cuánto se ha invertido hasta este momento.
Hasta el 2009 se había invertido
mucho dinero, ya que la carretera ésta había llegado a Chiguirí Abajo, y se tomaba nueve horas para llegar a
la comunidad de Las Marías, bueno, esa carretera, hasta este momento, no se le
ha dado el mantenimiento que exigían los moradores de estas comunidades, que
era aplicarle material selecto en las áreas peligrosas, en las lomas, y en las partes
bajas, donde se daba mayor retención de agua y no había el suficiente drenaje.
¿Y qué han hecho? Solamente, un paliativo, que con una llovizna caída en
nuestra área, ya tenemos problemas con nuestros carros de transporte, lo que
está poniendo en peligro la vida -no solamente
de sus moradores y del chofer que conduce el vehículo- sino también, las
pérdidas materiales de estos vehículos.
Y no sé ni qué pregunta hacerle,
porque, en realidad -ya leído el Proyecto de Ley- estoy claro de que es una
necesidad en nuestra ciudad, ponernos acordes con el desarrollo, más con
nuestro país, que tiene grandes inversiones. Tenemos una Ampliación del Canal,
tenemos el Metro, la Cinta Costera III, y tantas obras en inversiones de
edificios que se están haciendo en que realmente deberíamos estar trabajando,
acordes con cada una de estas tecnologías de adecuación, líneas de
comunicación. Adaptarnos a tono con el desarrollo que se da a nivel de países
con economías iguales o semejantes a las nuestras, algunos con menores ingresos
económicos, pero que ya tienen estos sistemas implementados en sus ciudades,
pero en lo que no estamos de acuerdo es, que hagamos un sacrificio con nuestro
pueblo. Y eso, señor presidente, no lo
vamos a permitir. Y trataremos de convencer a los diputados del Oficialismo, a
los diputados de Cambio Democrático, y a los recién llegados al MOLIRENA -que vienen del Partido Panameñista- para que
piensen en sus comunidades, que piensen en su gente de David, Chiriquí.
Acá, a nuestro amigo de
Arraiján… -en su momento, honorable
diputado, tiene media hora y segunda vuelta, también- para que dé sus
explicaciones y se comprometa con su comunidad y le dé sus explicaciones. Lo estoy invitando a que nos comprometamos
cada uno, como diputados, con nuestras responsabilidades en nuestras
comunidades, que podamos sustentar, cómo no podemos exigirles a nuestras
autoridades que esos 6.5 millones de balboas -que son casi nada con lo que
están manejando- arriba de 14 mil millones en el presupuesto de este año, con
ingresos del Canal, ingresos de las telecomunicaciones, ingresos de las
hidroeléctricas. Somos un país privilegiado con ingresos no tributarios que no
tienen otras naciones, y sobre eso, que
este Gobierno ha aumentado al 7%, ¿cómo le podemos explicar a nuestro pueblo
eso, cómo podemos explicarlo? Cuando el 7% ha traído grandes problemas en
nuestras comunidades, aumentando el costo de la vida, contra el costo de
producción, aumentado, cuando el arroz hoy día aumenta cada día más de precio,
está subiendo la carne y la leche. Y, ¿qué respuesta estamos dándole a este
pueblo? Cuando la gran mayoría de venimos de áreas, de circuitos en el
interior, donde la mayoría de los empleos y la generación de empleos se da en
el campo.
Entonces, no podemos, señores
diputados, aceptar, que porque están en el Gobierno pueden ser complacientes
con el Ejecutivo y permitir que se les saque 6.5 millones de balboas al pueblo panameño,
después de habernos aplicado un 7% -que sustenta una Beca Universal que no les llega
a todos- y que con el costo de la vida que tenemos, esa Beca no satisface las
necesidades en cada una de nuestras áreas.
Útiles escolares, una
computadora, a nuestras áreas, no ha llegado, porque no existe ni luz
eléctrica. Tenemos corregimientos en nuestro circuito donde no existe, no hay
luz eléctrica, ni hay caminos de producción. Y estemos aquí debatiendo cómo “le
sacamos” 6.5 millones al pueblo panameño, que está “súper golpeado”, mientras
están tranquilamente aquí, distraídos, viendo qué explicaciones o cómo adornan
para satisfacer al Ejecutivo, con un Proyecto de Ley que debe darnos vergüenza
de que esté en esta Asamblea. Y que no
encontremos una fórmula con tantos millones y tantas empresas generando
riquezas que no puedan sustentar, como les decía del tema ambiental. Aquí, cuando llega un proyecto de ley -que
tiene que generar algún tipo de egresos al Estado- tenemos que ver cómo hacemos
para sustentarlo, financieramente, para que no sea rechazado en el Ejecutivo. Eso
lo que tenemos que hacer los diputados, y buscar quién nos asesore. Busquen los
mecanismos para que ese Proyecto de Ley, realmente, pueda entrar a la Comisión,
ya que encontramos obstáculos en proyectos que son netamente sociales,
proyectos ambientales, y no hallamos los mecanismos. Y ahora, fácilmente, vamos
a ser complacientes -una vez más, “dándole la espalda al pueblo panameño”, y
que el pueblo panameño siga sufriendo y reduciendo su calidad de vida. Porque
el Estado ha alcanzado un grado de inversión, ¡muy bonito se escucha!, tenemos grandes
obras y grandes proyectos.
Sin embargo, el grado de calidad
en que se encuentra el pueblo panameño no es el más adecuado, no es el que se merece,
porque todo esto, al final, se refleja en inseguridad, que es lo que cada vez
está aumentando más. Porque sí hemos
aprobado millones aquí, para compras de radares, para mejoramientos de
instalaciones en el sistema de la seguridad pública, pero, al final, los
números no están sustentando lo mismo. Los números no están diciendo que las
inversiones que hemos hecho en el tema de la seguridad de nuestro país,
realmente, está llevando tranquilidad a los hogares de cada uno de nosotros.
En Penonomé, un pueblo tranquilo,
noble y educado, nos hemos visto en situaciones bien lamentables -como fue el
caso del ex gobernador, profesor, y muy querido, Darío Fernández Jaény a eso,
hasta el día de hoy, no se le ha encontrado respuestas de las autoridades. Y así
han pasado muchos incidentes, que en la historia del pueblo penonomeño jamás
habían pasado. En ese tiempo, en el mes de diciembre, iban ya, de este año,
arriba de quince asesinatos, y ya deben ir superando los veinte. Porque en
recientes fines de semanas, tuvimos problemas de asesinato en nuestro circuito.
Esa tranquilidad es provocada por
el mal manejo administrativo de los fondos públicos, porque el desasosiego que
hay en cada uno de los hogares nuestros, provoca el desempleo, provoca la inseguridad.
La falta de educación, provoca inseguridad, el apego a las normas y principios morales
y sociales se refleja en la inseguridad, la falta de cultura se refleja en la
inseguridad, y la falta de cultura también la vemos aquí en el recinto
legislativo. Porque la falta de cultura también tiene que ver con la dignidad
del ser humano, pero aquí, privilegiamos la falta de respeto y la falta de
consideración ante el pueblo panameño, y realmente “le damos la espalda” al
honor, al respeto, y a la dignidad que este pueblo se merece de nosotros.
Señor presidente, voy a dejar mi
intervención por aquí…Diputado…